Un viernes en sendero, un sábado de maratón Avatar y un domingo de Halo 2

Pues el viernes pasado fuí a ver Piratas del Caribe 3, la verdad es que ni siquiera tenía planeado verla.

Fue un viernes horrible en la oficina, de esos viernes en los que tienes chamba de a madre y sales igual hasta la madre, lo peor de todo es que no terminas y sabes que el lunes llegarás a la chinga otra vez, por lo que sientes que tienes la obligación de sacarle el máximo jugo al fin de semana.

Sin un quinto en la bolsa, un amigo de la oficina me dió un aventón hasta Plaza Sendero, así podría pasar al cajero y sacar plata para pasar el fin de semana. Directo a Bancomer los odié porque el cajero estaría inservible del 25 al 28 de mayo.

Sin más, recorrí la plaza y opté por un cajero banamex, que estaba vacio, la fila para el de banorte y hsbc era larga. Decidí entrar a Soriana, para ver su sección de vinos. Descubrí que tienen un Riunite Rossato, el cual estuve tentado a comprar, pero mi mamonería se hizo presente y lo desdeñé como acostumbro desdeñar los vinos comerciales dulces espumosos y semi espumosos.

Después de salir huyendo de la sección de juguetería decidí que sería mejor darme una vuelta por la isla de las donas, donde hice alarde de mis servicios como espía vigilante.

Total que terminé por llegar al cinepolis y vi que la única película buena empezaba a las 6:30pm y adivinen cual era? Así que decidí comprar mi boleto y regresarme al área de comida que esta justo al lado opuesto de la plaza.

Despues de hacer alarde de mi velocidad y llegar al food court, decidí ir probar suerte con la comida Malasiana o como sea que se diga. No tiene mucha diferencia de la china, por 45 pesos obtienes un cerro de comida, acomodadito en un plato.

Comiendo estaba cuando mi celular sonó, era el triste recuerdo de Acapulco... ah no, del DF. Después de una breve conversación en la que la obviedad alcanzó límites nunca antes imaginados más que dentro de cualquier película mexicana, decidí caminar otra vez para bajar el cerro de comida.

Una vez más hice gala de mi velocidad infrasónica avanzando como a un metro por hora. Ahora la fila estaba en el cajero de banamex y los otros dos vacíos, me gustaría saber si en verdad hay un patrón, como en el que se plantea en Mente Brillante, creo que así se llamaba la película del matemático este que tiene alucinaciones y que se da cuenta al final porque la niña nunca crece.

Aunado a esto, y con el movimiento de la gente, en mi recorrido para llegar al cine me sentí como si estuviera dentro de la película Koyaanisqatsi.


Total que por fin llegué y empezó una película que duara tres horas y de la cual no vale la pena reseñarla aquí. Así fue tal mi reacción ante la película que el sábado decidí hacer un maratón de la primera y segunda temporada de Avatar.

Esta caricatura es buenísima, se las recomiendo ampliamente. Lo que sí, winners don't do marathons.

EL domingo estuvo chido porque fueron Kumo, Cris y César a la casa a jugar videojuegos. Y como muchos saben, soy una nulidad en Halo 2. Soy el vivo ejemplo de malo en Halo 2 y aun así con todo lo malo, el pulso de maraquero, de mirar abajo cuando quiero voltear arriba, lo logré.

Pude acercarme a Suldyn por la espalda, tomarme el tiempo necesario para apuntar a su cabeza y.... ¡bang!... Matarlo.

La única muerte que pude hacer en toda la tarde, bueno maté a César varias veces, pero no cuenta. Y claro, morí como cien veces después como represalia, pero no importa, valió la pena.