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Mucha gente me ha preguntado el origen de mi nickname, bueno, más que nickame es como mi nombre secundario, no precisamente un alter ego, pero si algo aparte de mi.
Kevin Lomax fue el nombre del personaje principal de una película llamada El abogado del diablo. Me gustó mucho el nombre, así como el argumento preponderante de la película: el diablo no te obliga, solo tienta. La decisión es tuya. Finalmente nuestro libre alvedrío nos lleva a tomar decisiones buenas o malas, muchas veces tomamos o decidimos hacer cosas a sabiendas que es incorrecto. Y realmente no se puede decir que el diablo te obligó, si al caso fuera sólo sugirió, una simple tentación. Y que es la vida sino decisiones que nos llevan por el camino de las tentaciones.
Luego de esto, se me ocurrió utilizar el nombre para un personaje de Dungeons and Dragons (D&D). Con el tiempo, el personaje fue tomando tal fuerza y su personalidad se hizo de lo más interesante, bueno eso me dicen los cuates con los que juego. Con el tiempo tuvo que luchar por reclamar su herencia, terminó siendo regente de Kranatas, su ciudad natal. Servidor del Concilio de Faerûn. Nunca pensé que este personaje llegara tan lejos. Tengo más de 10 años jugando con el y vaya si ha tenido aventuras. Para los que sepan de D&D, Kevin Lomax junto con otros dos personajes (Bidel de Crawling y Hagen de Merath) mató al famosísimo Tarrasque, o como le decimos cariñosamente, la tarrasca.
Pues si bien Lord Kevin Lomax brilló en el mundo de D&D o mejor dicho, junto con mi partida armamos superaventuras de D&D, hace como un año incursionamos en Vampire: The Mascarade, o Vampiro pa'los cuates. Y a falta de imaginación, pues Kevin Lomax quedó para mi personaje de Vampiro, solo que sin el Lord, jejeje. Y es típico, cuando tienes que escoger un nombre para un personaje nunca se te ocurre nada!!!!!!!!!!!!!
Total que Kevin Lomax es un ventrue. Debo confesar que las partidas de Vampiro han sido divertidísimas, a pesar de que es un juego oscuro y dramático, nuestra partida es de lo más divertida.
Y bien, para los que quieran leer una parte del origen de Lord Kevin Lomax aquí pongo un texto que hice en una noch de insomnio:
Aquella noche estaba inusualmente tranquila, apenas se oye el canto de los grillos.
-Este es un camino tranquilo- pensé. Momentos después alcanzo a distinguir un pueblo.
-Perfecto, no pasaré otra noche en el duro suelo, solo espero que no cobren muy caro el hospedaje.
Cuando entro en el pueblo la gente se me queda viendo, supongo que es inusual que alguien llegue tan noche al pueblo. Es fácil identificar la calle principal y como buen pueblo que se precie de serlo, la taberna estará por aquí cerca.
Quizás el tabernero sepa de algún trabajo o de algún servicio que alguien requiera, mis fondos son pocos y la aventura nunca ha sido bien remunerada. Tal vez deba dedicarme a otra cosa, debería aprender un oficio y establecerme aquí de una vez por todas.
Aunque pensándolo bien, extrañaría demasiado las aventuras, las búsquedas interminables de tesoro llenas de peligros y trampas; y por qué no, también extrañaría a los monstruos.
Cuando entro a la taberna -que afortunadamente sigue abierta- me dirijo directamente a la barra para hablar con el tabernero. Después de explicarle que estoy de viaje en busca de aventuras y que necesito elevar mis fondos, hago la pregunta.
-No sabe usted de alguien que necesite algún servicio o quizás de algún trabajo. Rento mi espada y soy muy bueno- le digo mirándolo directo a los ojos.
-¿Y quien es usted, si se puede saber?- dijo el tabernero
-Kevin Lomax. –dije. De hecho Lord Kevin Lomax.
-¿Un lord? Es extraño que un lord viaje tan sencillo y sin acompañantes, y mucho mas aún que rente su espada- dijo el tabernero.
-Oh verá, mi historia es muy curiosa, yo provengo de una gran familia de magos y magas muy poderosos. De hecho mi padre en especial es el mago personal del rey de la tierra de donde provengo, Kranatas. Y mi tío es un conde muy importante en nuestro reino, también. -Continuó hablando Lomax-. Sin embargo como en todas las familias, siempre hay alguien que suele ser la oveja negra, y este es mi caso, pues verá señor que a mi no se me da la magia.
A mi más bien se me da eso de manejar la espada, sobre todo la que se usa a dos manos, creo que es una especie de don. Y no es para menos si toma en cuenta que toda mi familia se le da la magia en lugar de las actividades físicas.
Debo confesar que me agrada más entrenar en las afueras del castillo de mi padre, al aire libre y en pleno sol junto con mis amigos, que estar encerrado todo el día en el laboratorio de la torre leyendo libros y repitiendo experimentos una y otra y otra vez.
Siempre es mejor estar rodeado de aire fresco, sol y buenos amigos, a estar lleno de polilla y polvo, aunque critiquen mis preferencias, si sabe a lo que me refiero.
Supongo que por todo esto mi padre un buen día me dijo: "Hijo, yo se que tu no eres como nosotros; que tienes otros gustos, prefieres otras cosas. No quiero obligarte a ser algo que no eres por naturaleza. Lo mejor será que te vayas... Sí, que te vayas en un viaje de los que acostumbran hacer los guerreros, un viaje sin sentido lleno de peligros, un viaje para encontrarte a ti mismo. Eso te ayudará a perfeccionarte en el arte -si es que se le puede llamar así- de la espada."
Y pues bien, mi padre ni tardo ni perezoso me dio una bolsa llena de monedas de oro y emprendí mi viaje. Y hasta la fecha no se si de verdad quiso ayudarme a ser un mejor guerrero… o sólo quiso deshacerse de la vergüenza de la familia.
Desde entonces he recorrido el mundo, vagando de aquí para allá, teniendo una o dos aventurillas por ahí, algunas no muy dignas como para un noble, pero no me importa.
Y ésta es la historia de mi vida. Perdón por aburrirlo con estas tonterías pero el viaje ha sido largo y tenía mucho tiempo que no platicaba con alguna persona; sobre todo tan inteligente, como usted parece serlo.
De esto que le cuento tiene ya como 3 años, y para bien o para mal el dinero tiende a acabarse. Es por eso que, como le comentaba, ofrezco mis servicios a cambio de una buena paga. Así que dígame, ¿sabe de algo interesante en este pueblo? -Mientras espero una respuesta, recorro con la vista la taberna.
-Este es un camino tranquilo- pensé. Momentos después alcanzo a distinguir un pueblo.
-Perfecto, no pasaré otra noche en el duro suelo, solo espero que no cobren muy caro el hospedaje.
Cuando entro en el pueblo la gente se me queda viendo, supongo que es inusual que alguien llegue tan noche al pueblo. Es fácil identificar la calle principal y como buen pueblo que se precie de serlo, la taberna estará por aquí cerca.
Quizás el tabernero sepa de algún trabajo o de algún servicio que alguien requiera, mis fondos son pocos y la aventura nunca ha sido bien remunerada. Tal vez deba dedicarme a otra cosa, debería aprender un oficio y establecerme aquí de una vez por todas.
Aunque pensándolo bien, extrañaría demasiado las aventuras, las búsquedas interminables de tesoro llenas de peligros y trampas; y por qué no, también extrañaría a los monstruos.
Cuando entro a la taberna -que afortunadamente sigue abierta- me dirijo directamente a la barra para hablar con el tabernero. Después de explicarle que estoy de viaje en busca de aventuras y que necesito elevar mis fondos, hago la pregunta.
-No sabe usted de alguien que necesite algún servicio o quizás de algún trabajo. Rento mi espada y soy muy bueno- le digo mirándolo directo a los ojos.
-¿Y quien es usted, si se puede saber?- dijo el tabernero
-Kevin Lomax. –dije. De hecho Lord Kevin Lomax.
-¿Un lord? Es extraño que un lord viaje tan sencillo y sin acompañantes, y mucho mas aún que rente su espada- dijo el tabernero.
-Oh verá, mi historia es muy curiosa, yo provengo de una gran familia de magos y magas muy poderosos. De hecho mi padre en especial es el mago personal del rey de la tierra de donde provengo, Kranatas. Y mi tío es un conde muy importante en nuestro reino, también. -Continuó hablando Lomax-. Sin embargo como en todas las familias, siempre hay alguien que suele ser la oveja negra, y este es mi caso, pues verá señor que a mi no se me da la magia.
A mi más bien se me da eso de manejar la espada, sobre todo la que se usa a dos manos, creo que es una especie de don. Y no es para menos si toma en cuenta que toda mi familia se le da la magia en lugar de las actividades físicas.
Debo confesar que me agrada más entrenar en las afueras del castillo de mi padre, al aire libre y en pleno sol junto con mis amigos, que estar encerrado todo el día en el laboratorio de la torre leyendo libros y repitiendo experimentos una y otra y otra vez.
Siempre es mejor estar rodeado de aire fresco, sol y buenos amigos, a estar lleno de polilla y polvo, aunque critiquen mis preferencias, si sabe a lo que me refiero.
Supongo que por todo esto mi padre un buen día me dijo: "Hijo, yo se que tu no eres como nosotros; que tienes otros gustos, prefieres otras cosas. No quiero obligarte a ser algo que no eres por naturaleza. Lo mejor será que te vayas... Sí, que te vayas en un viaje de los que acostumbran hacer los guerreros, un viaje sin sentido lleno de peligros, un viaje para encontrarte a ti mismo. Eso te ayudará a perfeccionarte en el arte -si es que se le puede llamar así- de la espada."
Y pues bien, mi padre ni tardo ni perezoso me dio una bolsa llena de monedas de oro y emprendí mi viaje. Y hasta la fecha no se si de verdad quiso ayudarme a ser un mejor guerrero… o sólo quiso deshacerse de la vergüenza de la familia.
Desde entonces he recorrido el mundo, vagando de aquí para allá, teniendo una o dos aventurillas por ahí, algunas no muy dignas como para un noble, pero no me importa.
Y ésta es la historia de mi vida. Perdón por aburrirlo con estas tonterías pero el viaje ha sido largo y tenía mucho tiempo que no platicaba con alguna persona; sobre todo tan inteligente, como usted parece serlo.
De esto que le cuento tiene ya como 3 años, y para bien o para mal el dinero tiende a acabarse. Es por eso que, como le comentaba, ofrezco mis servicios a cambio de una buena paga. Así que dígame, ¿sabe de algo interesante en este pueblo? -Mientras espero una respuesta, recorro con la vista la taberna.
Espero que les haya gustado este fragmento. Creo que este post me quedó muy largo, espero que no se hayan aburrido, jejeje.
1 comentario:
Pues qué interesante lo de tu personaje... o tu otro yo... o tu otro nombre, como sea.
Tu relato me hace recordar mis días de rolera. Hace tiempo que lo dejé. Renuncié a media partida de Exalted porque me hartó eso de tirar dados con pala. Y es bastante extraño, mi primer personaje se llamó Maria Lloyd, vampireza deliciosísima y malhumorada que se la quería echar de lidereza de un pequeñísimo clan Lasombra para luego matarlos a todos. Alas! qué días aquellos.
Saludos a mi supermaster Chris... espero con ansias una OVA de sus partidas de Vampiro.
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