Tarde de sushi

Con todo esto del podcast no he tenido tiempo de postear aquí. Aunque para ser sinceros nada relevante había pasado con mi vida, que por un lado se agradece, porque el último incidente si estuvo intenso.

Afortunadamente, ayer fue un día especial. Fuí a comer con Tere. Mi súper amiga que conocí cuando estudiaba japonés. Parece que fue ayer cuando asistía al CELe y platicaba con ella, con Rodrigo, Sergio, Ivan, Masa, Christian, Kumo, Pei y Mel, desde luego había otros pero ya han quedado en el olvido, un saludo a todos ellos, donde quiera que esten.

Como me gustaría poder ir otra vez a la cafe del CELe, ver la rockola trabada, porque windows había hecho una operación ilegal, la tele de fondo, varios cuates con planos porque Geografía está al lado, comer unas enchiladas de ahí, que no eran tan buenas pero como siempre llegaba barriendome del trabajo a la clase, no me daba tiempo de comer y me tenía que conformar con eso.

Noé era uno de los que casi siempre me acompañaba, un cuate muy buena onda, creo que está estudiando en el Tec CEM, luego llegaba Tere e Ivan, ya después Tere me llevaba a mi casa y nos quedabamos platicando un ratote en su coche. Recuerdo muy bien que Rodrigo y Sergio salían disparados despues de que terminaba la clase, no se por que no les gustaba quedarse. Bueno, de Sergio tengo la teoría que es agorafóbico. No completamente, pero sí con tendencias, jajajaja.

Incluso hasta me quedaba a tomar clase con el siguiente grupo, que así fue como conocí a Christian, Kumo, Pei, Kurosawa, etc. etc. era chido, aunque ya para esas horas, tenía que tomar taxi para poder regresarme, recuerdo que Ivan siempre me acompañaba a tomarlo, bueno de hecho le quedaba de paso, jejeje.

En fin ya debrayé bastante. Tenía mucho tiempo que no comía buen sushi, fuimos al Sushi Itto que está en Carranza y sigo sin comerlo. Lo que sirven ahí aunque está bueno y sabe bien, no es lo que podríamos llamar comida japonesa original, jejejeje.

Estuvimos ahí casi toda la tade, poniendonos al corriente en nuestras vidas y riéndonos con la mesera, porque recién había entrado a trabajar ahí y no se sabía los nombres de los platillos, además cuando a Tere se le ocurrió pedir soya con limón (yo la aborrezco), nos dijo que esa solo la preparaban cuando no tenían de la otra y pues como habian hecho una garrafota, no tenían de momento, no se porque nos causó mucha gracia y nos reímos como bobos.

El colmo fue cuando pedimos postre, Tere pidió un camelado y yo unos platanIttos (como odio que los restaurantes usen nombres en los que involucren su marca o sean por demás simplones, en Sushi Itto, todo es aguacatItto, cuauhtemItto, etc. etc. o el colmo, cuando vas a las tortas y descubres con horror que se llaman "ratona" porque es de puros quesos, y así por el estilo), seguimos platicando cuando de pronto regresó la mesera, pidiendonos disculpas porque abrieron el refri se dieron cuenta que todo el helado se había derretido. Jajajajajaja.

Nosotros atacados de la risa, decidimos pedir un brownie y una camelia, que es como el camelado, pero sin el helado. Yo de paso les pedí que si había por ahí abandonado un pedacito de platano empanizado me lo pusieran y ahora fueron ellos los que se rieron. Pero aun así me complacieron y al lado de mi brownie me pusieron uno.

Fue una tarde genial. No nos libramos de la maldición pero aun así nos divertimos. ¿Qué cuál maldición? Pues siempre que Tere y yo salimos a comer nos pasa algo. Hubo una vez que estabamos en los Bisquets Obregon en Pabellón Metepec y claramente una mosca voló directo a la taza de capuchino de Tere. No se si era una mosca con muchos problemas, pero no entiendo por qué se quizo suicidar, quizás solo era una mosca kamikaze.

En otra ocasión, a la pobre Tere le salió una astilla de madera en un pan dulce, y para rematar en el Yamato salió una cucarachita de entre el condimento ese que lo ponen como en salero. En fin, así es nuestra suerte. Pero no nos molesta, sino todo lo contrario.