El domingo en la noche empecé a sentir claramente como una especie de zumbido doloroso iniciaba en mi segundo premolar derecho, apenas perceptible pero notorio. No le di importancia, salí a la farmacia y compré dos aspirinas.
A la mañana siguiente, desperté en medio de la agonía, mi visión borrosa hizo que las cortinas de mi recámara parecieran como las ondeantes de las flamas del infierno rodearan mi cama, un dolor agudo se emitia en mi boca.
No podía pensar claramente, ni siquiera podía enfocar bien la vista, cuando decidí abrir la boca, el aire frio golpeó mi diente y este a su vez mi cerebro, por un momento pensé que me desmayaría, que me iría a gozar de la glora de Dios nuestro Señor, pero no, El tenía otros planes para mi. De dolor y sufrimiento, de agonía constante.
A tientas encontré el móvil y apenas pude escribir un mensaje, algo así como: "no voy hoy, duele diente, voy con dentista" a mi jefe. A los 15 minutos el ruido del timre repqueteó por toda la recamara, cuerpo, cerebro y alma.
No, no voy, disculpáme. Sabes que no me gusta faltar por faltar, pero me siento bien jodido. Click.
Como pude, me vestí, no me sentía mareado pero mi sentido del equilibrio estaba menguado, me imaginaba a mi mismo cayendo y golpeandome con el borde de algún objeto la boca, con la esperanza que el diente saliera volando y terminar con la agonía. Pero no, las cosas malas solo suceden cuando no las necesitas.
Hice cita con mi dentista, aunque desafortunadamente para mí, sólo atiende en la tarde. Compré ponstan 500 y por no dejar una aspirina. Todo el día me la pase sentadito, viendo Sakura Card Captors y a ratos durmiendo, concentrandome en minimizar el dolor.
Después de ir con mi dentista y que me recetara ampicilina, flagyl y más ponstan llegué a mi casa, engullí todo el pastillaje, hice acopio de todas mis fuerzas y terminé de editar el podcast, Antimateria 4.
Pasaba el tiempo, pero las pastillas no hacían efecto, el dolor constante, atormentante estaba haciendo presa de mí. Así que a sugerencia de Keita me tomé una coca-cola... y dos aspirinas. Funcionó.
Estoy feliz y cualquier bobería que pasa en la tele me da risa. (Appa, me matas de la risa!). Al menos durante tres horas tengo felicidad artificial. Hasta que pase el efecto de la medicina.
A la mañana siguiente, desperté en medio de la agonía, mi visión borrosa hizo que las cortinas de mi recámara parecieran como las ondeantes de las flamas del infierno rodearan mi cama, un dolor agudo se emitia en mi boca.
No podía pensar claramente, ni siquiera podía enfocar bien la vista, cuando decidí abrir la boca, el aire frio golpeó mi diente y este a su vez mi cerebro, por un momento pensé que me desmayaría, que me iría a gozar de la glora de Dios nuestro Señor, pero no, El tenía otros planes para mi. De dolor y sufrimiento, de agonía constante.
A tientas encontré el móvil y apenas pude escribir un mensaje, algo así como: "no voy hoy, duele diente, voy con dentista" a mi jefe. A los 15 minutos el ruido del timre repqueteó por toda la recamara, cuerpo, cerebro y alma.
No, no voy, disculpáme. Sabes que no me gusta faltar por faltar, pero me siento bien jodido. Click.
Como pude, me vestí, no me sentía mareado pero mi sentido del equilibrio estaba menguado, me imaginaba a mi mismo cayendo y golpeandome con el borde de algún objeto la boca, con la esperanza que el diente saliera volando y terminar con la agonía. Pero no, las cosas malas solo suceden cuando no las necesitas.
Hice cita con mi dentista, aunque desafortunadamente para mí, sólo atiende en la tarde. Compré ponstan 500 y por no dejar una aspirina. Todo el día me la pase sentadito, viendo Sakura Card Captors y a ratos durmiendo, concentrandome en minimizar el dolor.
Después de ir con mi dentista y que me recetara ampicilina, flagyl y más ponstan llegué a mi casa, engullí todo el pastillaje, hice acopio de todas mis fuerzas y terminé de editar el podcast, Antimateria 4.
Pasaba el tiempo, pero las pastillas no hacían efecto, el dolor constante, atormentante estaba haciendo presa de mí. Así que a sugerencia de Keita me tomé una coca-cola... y dos aspirinas. Funcionó.
Estoy feliz y cualquier bobería que pasa en la tele me da risa. (Appa, me matas de la risa!). Al menos durante tres horas tengo felicidad artificial. Hasta que pase el efecto de la medicina.
5 comentarios:
Que te mejores, bonito!
-Arc
Señor, necesita usté ir a que le chequen ese diente, no sólo de medicina vive el hombre...
esas imagenes que!?
Si, ya fuí al dentista ese mismo día, solo que e la tarde. Esas imagenes, pues la primera es del diente que me duele, que es el segundo premolar superior derecho y la otra, supongo que porque estaba delirando cuando escribí el post.
Sopiux!!!
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