300

Este sábado pasado en la noche fuí al cine para ver 300 y como es obvio, no pude aguantarme las ganas de postear mis comentarios personales acerca de la película. Este post no contiene spoilers de la historia como tal, son simples apreciaciones del filme.

La película es una clara propuesta de como adaptar una novela gráfica al cine. Si bien la serie original de 300 es un comic que se publicó mensualmente durante 5 números porque era una miniserie, fue hasta después que se publicó un TP (no se como traducirlo, pero juntaron los 5 números en un solo libro, supongo que sería compendio o algo así), a manera de novela gráfica.

A diferencia de Kill Bill, que fue un intento de llevar al cine las estructuras narrativas de la televisión y de Sin City que propone de una manera muy acertada como trasladar un comic al cine, 300 nos muestra de manera clara a través de magníficas secuencias lo que sería una novela gráfica cinematizada.

Además de esto, la película rescata y refresca el género de películas bélicas o cine de guerra, que definitivamente no es lo mismo que las películas épicas, tan en boga durante ésta temporada.

El último ejemplo de una película de guerra que recuerdo es Black Hawk Down, que relata una historia de guerra propiamente sin profundizar demasiado en cada personaje, al igual como sucede en Puentes sobre el río Kwai, Patton, La Batalla de Argel [;)] y muchas mas que van desde Casablanca hasta Espartaco.

Así pues no debe confundirse a 300 con una película épica. La historia que narra, inspirada en La Batalla de Las Termópilas, aprovecha las ventajas tecnológicas de los efectos especiales para lograr una estética de novela gráfica y es gracias la edición y visión del director, que se logra un fluido visual similar a la estructura narrativa de una novela gráfica que tampoco es igual a la estructura de un comic.

La dicotomía del comic que se resuelve en la eterna lucha entre el texto y el dibujo se disuelve a la hora de crear una novela gráfica en la cual la ilustración prepondera en cada hoja y las viñetas y onomatopeyas quedan de lado para dar paso a las splash pages.

La película también explora los límites del gore y del kitsch haciendo gala del manejo de la sangre en momentos clave y del diseño de personajes grotescos, aunque en realidad esto es mérito del comic como tal y del buen Frank Miller.

Lo que nos lleva a tener presente y discernir de manera obligada el crédito que tuvo Miller en la creación del comic y la influencia que tuvo sobre la película, contra el logro del director Zack Snyder en darle un sentido de novela gráfica (intencional o no) consiguiendo realizar una adaptación cinematográfica innovadora.

Al final todo esto resulta irónico, pues a pesar de que 300 resulta innovadora, es el resultado de un reciclaje puesto que Miller hizo el comic inspirado en la película que vio durante su infancia: El León de Esparta (The 300 Spartans).