jueves, 21 de abril de 2011

Volado.

Heme de vacaciones y viajado hasta Hamburgo. Debo decir que el trayecto estuvo interesante. La primera vez que viajé en avión fue en el 2004, un viaje muy tranquilo. Pero esta vez hubo turbulencias y bolsitas de aire, jejeje.

Bueno, supongo que bolsitas porque la sensación de -como diría mi abuelita- váguido o vacío en el estómago era muy frecuente y algunas veces intensa. En cuanto a la comida, el haber ordenado comida para diabéticos tuvo sus ventajas, ya que estuvo mejor que la que sirvieron a los demás, solo que el postre fue gajos de toronja en lugar de pastel... como a los demás.

Creo que lo más estresante del viaje, no son las conexiones, ni las sacudidas o buscar la info en los monitores de las terminales, es más ni siquiera las revisiones de seguridad. Es llegar hasta tu asiento, subir el equipaje y sentarte y tolerar que los demás hagan lo mismo. Como que todo mundo le urge llegar a su asiento, se ponen impacientes en la fila y aparte, en esta ocasión querían que cambiara lugares.

Gracias a un viejo consejo que recibí precisamente de Mariana, la mejor opción (al menos para nosotros) es tener un asiento de pasillo, porque si pides en medio o ventanilla, siempre tendrás que estar pidiendo permiso para poder ir al baño. Aparte que la sensación de claustrofobia se minimiza.

Y para mi suerte, me tocó con dos chavas que querían que intercambiara lugares para que una terce chava pudiera sentarse con ellas, pero el asiento que me ofrecían era justamente en medio y hasta el fondo, tuve que negarme rotundamente, la verdad lo pensé mucho porque obviamente tendría que ir todo el trayecto con dos adolescentes resentidas, pero francamente me valió. Y afortunadamente se portaron bien, no hard feelings, como dicen.

En fin, eso ya quedó atrás. Llegué a Hamburgo sano y salvo y mi equipaje también. Aunque algo comprimido. Me lo envolvieron en plastico, jajaja de hecho estuvo chistoso eso, fue el primer timo o algo así, no se como decirlo en estos momentos.

Iba caminando con mi amigo Rwddael y al llegar al mostrador de Lufthansa nos abordó un cuate que nos ofreció ayuda, de hecho el uniforme que traía era muy parecido a los de la aerolínea, yo creo que nos vió cara de pichones y pues se llevó la maleta, la envolvió en plástico y tomala, son $144 pesos, la verdad no me molestó para nada, ya que esa maleta es prestada y si así se proteje, mucho mejor, por aquello de que a lo prestado siempre le pasa algo, jajajaja.

Es una anécdota graciosa sin duda. Y pues debido al envoltorio y la diferencia de presiones, mi maleta salió por la banda transportadora, un poco más pequeña de lo que recordaba, jo jo jo. Fue un viaje smooth and easy.

Ya en Hamburgo estaban Mariana y Hal esperándome. En estos momentos solo puedo estar agradecido para con ellos, su casa es enorme y muy bonita. El cuarto de visitas es... "la mar" de acogedor. La verdad es que no tengo como agradecerles esta invitación.

Pero bueno, basta por hoy, son las 6am y yo sin sueño. Hoy me espera un lindo día y debo decir que está haciendo un clima esplendoroso. Ya iré poniendo más fotos.

Hora de adquirir el color local.

5 comentarios:

Yellow dijo...

Ey! que bien, me alegra que la pasas bien, Dale!

Christian Domínguez Pérez dijo...

Cuide el equipaje porque ya sabe que los dioses del Olimpo son vengativos cuando algo le ocurre a las cosas que se les encomendó proteger. Yo nomás digo porque le pasó al amigo de un amigo.

Suerte en Hamburgo, solo no coma hamburguesas. Dicen que allá saben a rayos!

Ivan ^ٮ^ dijo...

hey que bueno! diviertete mucho!
toma fotos! =)
muchas!

Arc dijo...

Que te la pases genial =)

Rwddael Argonar Nyrennsen dijo...

Te dije que ese plástico era un timo! Jajajaja