sábado, 27 de noviembre de 2010

Experimento

Nunca había escrito rodeado de gente, considero que escribir es un momento muy íntimo, una catarsis que me lleva a vomitar mis ideas sobre el teclado, crudas tal cual, para después darles un cierto refinamiento.

Ahora escribo por el influjo de un cavernet sauvignon, de Gran Tarapacá. Rodeado de dos amigos que valoran el vino como un placer y no como un embriagante. Escuchando jazz, son cubano y una que otra gran banda como Pink Martini.

Estos momentos de la vida son de gran valor para mí. Donde podemos filosofar y disfrutar y jugar a hacerla de Mauricio Garcés un momento y al otro ser geek para momentos después ponerse serio y bailar un rato.

Salud pues por una vida plena, aunque no lujosa, nutrida de esencia humana.

2 comentarios:

Dark Soulless dijo...

¡Salud amigo!

Pura Botana dijo...

Te ha faltado acompañar todas esas delicias de una sabrosa botana, ¿qué tal unas Chips Sal de Mar de Barcel?