Los que verdaderamente me conocen, saben que soy nacionalista. Desde luego no soy un fanático patriotero. Sino que siempre procuro estar a favor de mí país. México me gusta mucho, no he podido conocerlo todo, pero lo que he conocido me llena de orgullo.
He querido adelantarme un poco con este post con respecto a las fiestas patrias de este año. Son el preámbulo al Bicentenario de la Independencia y Centenario de la Revolución. Es un tema en el que he procurado estar al pendiente. Y bueno, me he adelantado porque no quiero que piensen que sigo modas o hago post oportunistas.
Soy de las personas que creen que no debería celebrarse a la madre en un solo día, ni a los niños, incluso la navidad, todo el año deberíamos de estar concientes de lo que nos rodea y celebrarlo cotidianamente y no caer en hipocresías solo porque determinada fecha demanda que compres una tarjeta de felicitación.
Por eso mismo creo que deberíamos sentirnos orgullosos de nuestro país, de nuestras costumbres, tradiciones, gastronomía, cultura, etc. Pero no solo el 15 de septiembre, sino todo el año. Deberíamos estar orgullosos de los productos que hacemos y consumirlos. Deberíamos tomar un momento de cuando en cuando para recordarnos que significa ser mexicano.
No solo ese cliché del verde, blanco y colorado, no solo lo malo o lo pícaros que podemos ser, sino también lo bueno, de lo que significa ser constante, tener empeño, resistir adversidades y siempre salir adelante, eso y mucho más engloban nuestra cultura. La esencia de las tradiciones y las costumbres, pero también del modernismo y la renovación.
De un pueblo que es capaz de gritar ¡Viva mi desgracia! y al mismo tiempo gritar ¡Viva México, cabrones! Somos un país cuya diversidad es tan basta, que tenemos metrópolis modernas y cosmopolitas. Y al mismo tiempo pueblos mágicos, que conservan la historia y la esencia de nuestra naturaleza.
¡VIVA MÉXICO!
He querido adelantarme un poco con este post con respecto a las fiestas patrias de este año. Son el preámbulo al Bicentenario de la Independencia y Centenario de la Revolución. Es un tema en el que he procurado estar al pendiente. Y bueno, me he adelantado porque no quiero que piensen que sigo modas o hago post oportunistas.
Soy de las personas que creen que no debería celebrarse a la madre en un solo día, ni a los niños, incluso la navidad, todo el año deberíamos de estar concientes de lo que nos rodea y celebrarlo cotidianamente y no caer en hipocresías solo porque determinada fecha demanda que compres una tarjeta de felicitación.
Por eso mismo creo que deberíamos sentirnos orgullosos de nuestro país, de nuestras costumbres, tradiciones, gastronomía, cultura, etc. Pero no solo el 15 de septiembre, sino todo el año. Deberíamos estar orgullosos de los productos que hacemos y consumirlos. Deberíamos tomar un momento de cuando en cuando para recordarnos que significa ser mexicano.
No solo ese cliché del verde, blanco y colorado, no solo lo malo o lo pícaros que podemos ser, sino también lo bueno, de lo que significa ser constante, tener empeño, resistir adversidades y siempre salir adelante, eso y mucho más engloban nuestra cultura. La esencia de las tradiciones y las costumbres, pero también del modernismo y la renovación.
De un pueblo que es capaz de gritar ¡Viva mi desgracia! y al mismo tiempo gritar ¡Viva México, cabrones! Somos un país cuya diversidad es tan basta, que tenemos metrópolis modernas y cosmopolitas. Y al mismo tiempo pueblos mágicos, que conservan la historia y la esencia de nuestra naturaleza.
¡VIVA MÉXICO!