No hay nada mejor para iniciar un lunes en la oficina que una buena taza de earl grey y música de Vivaldi.
Mientras el tiempo pasa lentamente en la mañana, empiezas a comprender todo lo que has logrado. No solo el fin de semana que ahora pareciera que fue eterno. Sino en toda tu vida.
Este viernes pasado participé en un operativo que inició a las 10pm en Huixquilucan, casi pegado con Naucalpan. Participaron la AFI, la PGR, la Policía Estatal... y yo.
Bueno, no nada más yo, sino todo el personal de Regulación Sanitaria convocado para dicho operativo, eramos como 8 verificadores, 2 subjefes, 1 jefe... y yo.
Así que ahora comprendo que todo lo que hice fue estar de damo de compañía del jefe. El operativo por sí mismo fue muy provechoso pues se clausuraron como 6 cantinas de teporochos, algunas habían improvisado un tubo en medio del lugar en donde muchachas, algunas menores, hacían show stripper. Claro, la mayoría de las chavas eran chaparritas, algunas regordetas y otras tantas prietas.
Entré a dos lugares, uno se llamaba Pepe's y el otro La Cantera, desde el momento mismo que entré me sentí afectado por la vibra de los lugares, incluso las facciones de los dependientes que atendían eran duras y rayaban en lo bizarro, no parecían seres humanos.
Había uno que no tenía cuello, otro mas tenía la cara como aplastada y estaba biszco por lo mismo, otros más lucían aretes de calaveras de pewter e incluso había uno al cual escasamente asomaba una sombra que presumía ser bigote, luego resultó que era menor de edad.
El operativo terminó a la 1am y después de despedirnos del comandante y de los oficiales y granaderos que la verdad se portaron muy amables con nosotros, nos dirigimos hacia Toluca.
En el camino mi jefe fue comentando que hubo un lugar el cual se llama La Giralda en donde encontraron eter, los de la AFI lo identificaron como agente no se que. Segun esto, esperaban encontrar droga. Pero la verdad esos lugares son baratos, a donde asiste la gente pobre, el único problema además del obvio alcoholismo de los albañiles y demas clientes que asisten a esos lugares, fue la prostitución a diestra y siniestra de todo, TODO el personal femenino que rondara por esos lares.
Llegué a mi nuevo depto. a las 2am y en lo que buscaba las sábanas y las cobijas para poder dormirme y descubría como funcionaba el baño, me dieron las 3am. Dormí sólo para levantarme a las 8am pues tenía un evento al cual se les ocurrió llamar "Jornada deportiva del ISEM" en la Cd. Deportiva.
Así pues, recordé que tenía que ir a ver al puerco. Ahí fue cuando recordé que antes del operativo, el mismo viernes en la tarde, el lado bestial, la barbarie y el animalismo más puro y bruto surgió en mí.
A las 17hrs del viernes, fuí por el cadáver, pedí que lo pusieran en la caja de la estaquitas nissan que llevaba mi chofer, con saña el cargador lo aventó. Ya está frió, me dijo. ¿Así te lo vas a llevar? ¿No te va a detener la polícia? A lo cual respondí, Yo soy la Ley.
Sin más, me dirigí a Toluca, ya tenía listo a la persona que destazaría el cadáver. De esa forma se podría disponer mejor de el. En cuanto llegué, lo subierion a la mesa. El maestro, con saña inaudita empezó por quitarle la cabeza, rebanarle las piernas, aun recuerdo su mirada sedienta de sadismo cuando con una hachuela estaba partiendo el huezo, que no se quebró sino hasta el tercer hachazo.
Fue demasiado incluso para mí. Por lo que mejor me retiré, después de todo tenía que ir a clausurar cantinas de teporochos.
Fue así como ese viernes, mi vida era como una especie de película de ficheras y novela negra de Paco Ignacio Taibo III. Peor que cualquier personaje que haya interpretado Jesús Ochoa.
A la alborada del sábado como pude me vestí. Me dirigí a la Cd. Deportiva y el evento de inauguración estuvo muy lucído. Después el maestro llegó con el cadáver y justo al lado del velodromo sacó su cazo, conectó el cilindro de gas y empezó a cocerlo, observé como lentamente las costillas del cuerpo se convertían de color rojo sangre a un blanco carne. Cuando estuvieron listas, pedí una costilla para checar el punto. Una tortilla, dos o tres cortes y listo.
Lo que antes fue un cadaver ahora eran carnitas. Devoré el taco, con la grasa escurriéndome por un lado. Reencontrándome con mi lado animal. Regodeándome en mi inteligencia superior. Riéndome con sarcasmo de la vida. Burlándome de todo.
A las 16hrs. del sábado llegué a mi depto. Caí en coma. Desperté como a las 19pm. Terminé de instalar las cortinas y subí con Mario, un amigo con el que había vivido antes en ese mismo edificio. Junto con su sobrino platicamos de cuates, de anécdotas, de peripecias en nuestros viajes a Europa. Y después de habernos tomado dos copitas de Bailey's nos fuimos a dormir a la 1am cada quien a su depto.
Debo decir que me divertí mucho, pasé un rato muy agradable y cuando me desperté el domingo, era casi medidodía. Apuré a vestirme pues tenía que ir al DF por más cajas para terminar la mundanza. Fue un día como si nada, un domingo como tantos otros, aun me sentía cansado así que me dormí temprano, viendo Troya.
Y ahora que estoy despertando en la oficina, con mi taza de earl grey y música de Vivaldi, me doy cuenta que la vida continua.